Cuidar tus zapatos no solo te proporcionará un buen aspecto, además contribuirá a una mayor durabilidad. El cuidado regular de tus zapatos incrementará su resistencia al agua e impedirá la acumulación de suciedad, siempre más difícil de eliminar esporádicamente.Sigue estos consejos para mantener tus zapatos en el mejor estado posible.

Secar

Un buen truco para secar tus zapatos empapados consiste en rellenarlos con papel para que absorban el agua y la humedad. Reemplaza el papel cuantas veces sea necesario. Necesitarás al menos dos días para ello. No acerques los zapatos mojados a ninguna fuente de calor para acelerar el proceso ya que podrían encoger, deformarse o agrietarse.

Amoldar

La utilización de hormas flexibles para el calzado ayuda a mantener la forma de los zapatos. Introdúcelas cuando los zapatos estén aún calientes y retíralas antes de usarlos para mantener su mejor aspecto. Piensa en ello como si fuera un buen colgador de ropa. A buen seguro que no guardaría una camisa de seda en el suelo. Además, usar hormas cuando limpias tus zapatos permite que los productos de limpieza actúen también en los pliegues que se producen al andar.

Plantillas

Las plantillas pueden ayudarte a que los zapatos se ajusten mejor a tus pies. Una sencilla plantilla de piel rellena el espacio en un zapato que es ligeramente más grande que el pie y/o una plantilla anatómica puede ayudar a unos pies cansados. Las plantillas ayudan a mantener tus pies sanos. Es una buena idea retirar las plantillas durante la noche. Tus pies desprenden humedad y ello ayudará a tus zapatos a secarse.

Ante y Nubuck

Un buen truco para secar tus zapatos empapados consiste en rellenarlos con papel para que absorban el agua y la humedad. Reemplaza el papel cuantas veces sea necesario. Necesitarás al menos dos días para ello. No acerques los zapatos mojados a ninguna fuente de calor para acelerar el proceso ya que podrían encoger, deformarse o agrietarse.

Piel lisa o grabada

Los zapatos de piel requieren, en primer lugar, un cepillado suave para eliminar el polvo. Además, si estuvieran muy sucios, se deben frotar después con un paño humedecido en agua que, a su vez, puede tener un pequeño contenido de jabón.Una vez limpios y secos necesitan ser nutridos con un betún o crema adecuados.

Piel trenzada

Cepilla el zapato con un cepillo suave para eliminar el polvo. Pásale después un trapo ligeramente húmedo y déjalo secar. Vuelve a cepillar el zapato para eliminar restos de tejido que hayan podido adherirse a la piel trenzada.

Charol

El charol se limpia con una gamuza humedecida en agua con unas gota de limpiamuebles o incluso leche, frotando el zapato en toda su extención y luego secándolo con un trapo seco. El brillo volverá automáticamente. Para la limpieza del charol no están recomendados los cepillos de lustre de calzado pues resultan agresivos para este tipo de material y acaban rallándolos.

Tejido

El tejido puede limpiarse primeramente con un cepillo intermedio que elimine el polvo. Después se aplica una solución de agua y jabón suave (o limpiador que no sea agrsesivo) con un cepillo. Habrá que intentar aclararlo después para dejarlo secar posteriormente. Hay que tener cuidado si el zapato tiene componentes de piel, como suela, plantillas o algún tipo de detalle. Si se mojan hay que dejarlos secar lentamente sin aplicar fuentes de calor que aceleren el proceso, y seguir después los consejos para limpieza de la piel.

Goma

Los pisos de goma lisa pueden limpiarse con un trapo húmedecido con agua y jabón. Si la goma es rugosa utiliza la misma solución pero con un cepillo. Aclara y deja secar.

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